El tabaquismo es uno de los hábitos más perjudiciales para la salud dental. Fumar trae consigo una larga lista de consecuencias malignas para nuestra boca. El daño que provoca el humo del tabaco en la salud bucodental va más allá del clásico y conocido efecto de manchar los dientes y la halitosis, siendo múltiples los estudios al respecto que coinciden en una lista de enfermedades bucales, como las enfermedades de las encías y el cáncer oral, y alteraciones directas en nuestros dientes, principalmente las manchas . La única forma de paliar los efectos nocivos del tabaco en nuestra salud bucodental es dejarlo. Algunas de los principales factores negativos del tabaco que afectan a nuestra salud dental son:

  • El tabaco colorea los dientes. Los dientes tienden a mancharse por la acción de la nicotina y el alquitrán. Produce una coloración superficial (pardo amarronado) y favorece la aparición de sarro
  • El tabaco favorece la aparición del sarro.
  • El tabaco aumenta el riesgo de caries.
  • El tabaquismo disminuye el flujo salival.
  • El tabaco produce Halitosis. El tabaco provoca sequedad e irritación de las mucosas y de las vías respiratorias. Si lo unimos a su olor, el alquitrán, la nicotina y sus aditivos provocan una mala higiene oral y, por lo tanto, el mal aliento asociado a las personas fumadoras
  • El tabaco produce una enfermedad periodontal. Las encías reciben menos sangre y se destruyen los tejidos que las sostienen. Es una enfermedad crónica y progresiva que ocasiona la pérdida de los dientes
  • El tabaco produce cáncer en la cavidad oral. El tabaco es el responsable del 50% de los cánceres en la cavidad oral. Un fumador tiene un riesgo 6 veces superior de padecer un cáncer oral que un no fumador